Qué (quién, cómo) soy y por qué escribo

He rechazado el título genérico que tiene como punto de partida el pronombre relativo quién por una razón simple y poderosa: no tengo respuesta a la pregunta aunque hace –lo confieso avergonzado– no menos de setenta años que me lo pregunto reiteradamente y nunca he obtenido ningún tipo de respuesta plausible. No puedo decir, pues, quién soy sino qué soy i, aun, por aproximación. Si hubiera tenido que responder a esta pregunta cuando trabajaba como dibujante, habría utilizado un gráfico al estilo de los de Leonardo da Vinci y quizá incluso las explicaciones acompañantes tendrían que leerse con la ayuda de un espejo. Imagínense el artefacto que utilizo como autorretrato: es un gran embudo de cobre que debe tener unos treinta centímetros de boca. En conjunto, desde la parte superior al último extremo del cono, debe tener también un tamaño parecido. Y la estructura entera encaja en un frasco de cristal, discretamente mediano, transparente, y ligeramente teñido de verde ftalocianina. Ahora mismo verán por qué escribo; permítanme que finalice el tema del embudo-parecido. Es el receptáculo de mi autodidactismo. He vertido en él durante ochenta años una abrumadora multitud de menudencias. Ya han visto que la boca es ancha, pero la parte final del embudo muy estrecha y, por consiguiente, las cosas llegan muy trabajosamente al frasco. [...] Ochenta años dedicados a abarrotar el embudo de cosas muy compactas que difícilmente pasaban por los conductos que se estrechaban impecablemente. Y, al final, llegaban a la botella, el frasco de color verde obtenido mediante una pizca de ftalocianina. Las cosas han caído lentamente en el receptáculo inferior. La condición vítrea del frasco les da una configuración óptica alargada. Por qué escribo. Lo hago para relatar las impresiones de todo este embrollo estirajado de cosas amontonadas en mi frasco vítreo de ochenta años. Hay de todo: guerras y boxeadores, actores y maestros de obra, agrimensores y poetas, violinistas y profesores de escuela, emperadores y empapeladores, aviadores como Louis Blériot y cosmonautas como Amstrong, etc., que nutren mi vida y me contagian un loco deseo de compartirla con alguien. Que nadie se sorprenda de mi hacer caótico, siendo como soy holgazán por naturaleza y batallando con la suma de hechos no suficientemente digeridos. Con esto justifico que en mis libros haya intentado explicar ce por be todo lo que he visto desde el interior del frasco, a través de mi percepción, escasa y adulterada, ligeramente teñida de verde, convenido como el color de la esperanza.


Avel·lí Artís-Gener, Tísner

(Nou diccionari 62 de la literatura catalana)

Barcelona, 1912-2000. Narrador, periodista, caricaturista, escenógrafo y pintor. Se formó como escenógrafo y dibujante, aunque pronto se interesó por el periodismo. Trabajó como redactor en el semanario Bandera y periódicos como L'Opinió, La Rambla i La publicitat, a menudo bajo el nombre de Tísner. Utilizaba el mismo seudónimo para las caricaturas satíricas de L'Esquella de la Torratxa, La Campana de Gràcia i El Be Negre. Cuando estalló la Guerra Civil se alistó como voluntario en el ejército republicano, y, al acabar, fue encarcelado en Francia, desde donde emigró con su familia a México. Vivió en este país durante veintiséis años, durante los que trabajó como dibujante, publicista, pintor y escenógrafo. A la vez, sus publicaciones periódicas y otras actividades que promovió ejercieron un fuerte impulso en la divulgación de la literatura catalana. En 1965 volvió a Barcelona y pronto se integró en la vida cultural y política. Como periodista y caricaturista trabajó para Tele-Exprés, Tele-Estel, El Noticiero y Avui; colaboró en las campañas de normalización lingüística y en congresos y asociaciones de la lengua catalana; contribuyó en la literatura juvenil e hizo de traductor. Por esta dedicación ha recibido premios como el Jaume I (1986) o el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes (1997).

Su producción literaria se caracteriza por ser muy variada y por la búsqueda constante de nuevas formas y técnicas. Su primera obra, 556 Brigada Mixta (México, 1945) es una crónica autobiográfica novelada sobre la Guerra Civil, narrada desde el punto de vista de un soldado anónimo que nos explica la vida diaria en el frente. Su valor reside en saber ofrecer, justo tras la guerra, una visión desdramatizada del conflicto gracias a la ironía y a los toques de humor. Constatamos un paso del testimonio a la ficción en Les dues funcions del circ (1966), que narra la experiencia de dos hermanos que por azar llegan a la Martinica. La temática es recurrente en la literatura del exilio: el poder devorador del trópico que aniquila al individuo y el conflicto fruto del encuentro de dos culturas. La técnica narrativa, en cambio, es innovadora porque nos ofrece diferentes niveles narrativos y perspectivas que nos muestran el relativismo de la vida y hacen inseparable la ficción de la realidad. Esta compleja estructura se ve enriquecida por técnicas objetivistas y el uso de un lenguaje vivo y de ritmo rápido. Su siguiente novela es Paraules d'Opòton el Vell (1968), que a través de una irónica subversión histórica sobre la "conquista" propone un discurso relativista y una crítica al imperialismo. En otra dirección se encuentra Prohibida l'evasió, una novela filosófica con clara influencia existencialista y del noveau roman que, como dice el propio autor, es un canto en contra de la incomunicación. Utiliza técnicas cinematográficas para describir la vida de unos jóvenes europeos en una realidad degradante de la que no pueden huir porque hay una cámara, la consciencia colectiva, que les controla. Si esta ha sido considerada una de sus obras más cosmopolitas y profundas, su novela más comprometida políticamente es L'Enquesta del Canal 4 (1973), en la que se evidencian la oposición y la crítica al régimen franquista. Se trata de una alegoría política a partir de la creación de un microcosmos que representa nuestra sociedad: un canal de televisión organizado jerárquicamente que lo regula y controla todo. Este argumento nos llega a través de un lenguaje muy rico y de una estructura compleja que requiere un lector hábil capaz de reconstruir el texto, repleto de elisiones y juegos caligramáticos. Años más tarde se publica la novela Els gossos d'Acteó (1983), una crítica a una sociedad vieja y corrupta movida por el afán del dinero y que sólo puede salvarse gracias a los jóvenes. Su última gran obra significativa son los cuatro volúmenes de memorias, Viure i veure, en los que el autor analiza su vida y el periodo histórico que ha vivido, una importante contribución literaria y testimonial a la literatura y la sociedad catalanas.

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