Flavia Company, una mirada en tránsito

Eva Gutiérrez Pardina

Buenos Aires, 1963. Escritora, periodista y traductora



Rebelde por naturaleza, Flavia Company se niega a adscribirse a ninguna generación literaria, un concepto que entiende como una etiqueta forzada, establecida por intereses comerciales, ajenos a la pulsión creadora. A pesar de los intentos de taxonomía propios de la crítica, la obra de Company, un corpus extenso y diverso (doce novelas, pero también poesía, relatos cortos, microrrelatos y cuentos infantiles) rehúye clasificaciones y fluye como un todo continuo y sin etapas, marcado de principio a fin por la intensidad, el riesgo y la inteligencia.

Cómoda en la zona de intersección y complementariedad entre los géneros literarios, la autora disfruta mezclándolos y subvirtiéndolos, como en Ni tu, ni jo, ni ningú, ganadora del premio Documenta 1997. En esta parodia de novela negra, los integrantes de un triángulo amoroso compiten para contratar a una peculiar asesina, con la mala intención de eliminarse mutuamente. Con la excepción de algún fragmento narrativo, esta novela vanguardista se construye con acotaciones y diálogos delirantes, y la acción se desarrolla de forma explícita dentro y fuera de un escenario, de forma que nos encontramos, también, frente a una obra clasificable como teatro del absurdo. Además, debemos tener en cuenta que Ni tu, ni jo, ni ningú fue pensada con estructura de ópera. No debemos olvidar la sólida formación como pianista de la autora, que utiliza a menudo técnicas musicales en la redacción y la construcción de sus novelas, a veces protagonizadas por pianistas o directores de orquesta, como en el caso de la titulada, muy explícitamente, Fuga y contrapuntos (1989).

El gusto por la mezcla y la complementariedad abarca también el uso de las lenguas: el relato corto L'apartament / El apartamento (2006) se puede leer a la vez tanto en catalán como en castellano; para hacerlo en una lengua o en la otra, solo tenemos que dar la vuelta al libro. En Volver antes que ir (2012), un poema narrativo de más de mil versos, Company utiliza por primera vez la variante argentina del español. En el prólogo, titulado "Secreto", la autora relata el descubrimiento del diario que su madre escribió a los doce años durante un viaje en barco desde Argentina para visitar el pueblo de su abuelo, Bellcaire d'Urgell, en Lleida, y cómo ahora, en su madurez, ha encontrado las fuerzas para leer este diario en un viaje de vuelta a la que es, también, su Argentina natal. Este canto de amor a la madre perdida y profundamente añorada solo podía expresarse en el código lingüístico de la infancia.

Y es que Company, más allá de la mentira literaria, nos habla siempre de historias hechas de carne y sangre. Con acierto, el escritor y crítico Jordi Llavina comentaba en una ocasión que estas obras «están llenas de cicatrices», y que nos ayudan a crecer porque «hablan siempre de la esencia humana, como Joyce, Beckett, quienes experimentan pero hablan de lo que es el ser humano».

Intensidad, compromiso, solidaridad

Los protagonistas de las primeras novelas, como Querida Nélida (1988), Círculos en acíbar (1992), Llum de gel (1996) o Dame placer (1999) son solitarios e incomprendidos, traspasados por el dolor de un desengaño amoroso, movidos por la ansia nunca satisfecha de alcanzar el infinito, sedientos de venganza o, incluso, tentados por la posibilidad de poner fin a su propia vida. En el límite entre el juicio y la locura, todos buscan lo imposible: el amor perfecto, la belleza, el retorno de aquellos a quienes quisieron y les han abandonado. Un ejemplo de ello es Llum de gel, donde la joven Sílvia, encerrada voluntariamente en el sótano de su casa, vigilada desde el exterior por su padrastro y amante, busca a tientas una vía de contacto con la madre muerta, consciente de que en el centro del laberinto le espera, también, el monstruo interior. Una novela llena de metáforas, símbolos y referencias a la alquimia, a los ritos de iniciación y a los mitos de muerte y renacimiento o de búsqueda interior, como el de Hades y Perséfone, el hilo de Ariadna y el laberinto del Minotauro.

En cambio, en Melalcor (2000) la prosa se vuelve austera, esquemática, casi fría, únicamente temperada con toques de humor negro y alguna escena de alto voltaje sexual. Esta parodia de novela rosa, mezcla de análisis psicológico y denuncia social, tiene como protagonista a un personaje de sexo indefinido, quizás hermafrodita, siguiendo la tradición de obras como Orlando de Virginia Woolf, Written on the Body de Jeanette Winterson o Middlesex de Jeffrey Eugenides. Este yo entre interrogantes, encadenado por creencias religiosas y víctima de maltratos en el ámbito familiar, se empeña en mantenerse al margen de las emociones y de los sentimientos hasta el momento en que decide abrirse al amor y a los demás. A través de las vicisitudes de este personaje, la autora cuestiona la clasificación de los seres humanos en sexos y géneros, la monogamia y el amor romántico, la heterosexualidad compulsiva, la religión y la familia. Esta crítica al sistema tiene un antecedente en la novela coral Saurios en el asfalto (1997), una utopía relacionada, en ocasiones explícitamente, con el Éxodo bíblico, en que narra la aventura de un grupo de personas que intentan huir de Atalaya, una ciudad clasista, tecnificada y fría, controlada con mano de hierro por un dictador en la sombra, para llegar a una tierra nueva donde pretenden fundar una sociedad más de acuerdo con la naturaleza y la justicia social.

Negoci rodó (2005) es la forma literaria, irónica y paródica, de una denuncia que la autora ha expresado reiteradamente en conferencias, entrevistas y artículos de opinión: la progresiva mercantilización de la literatura y de la cultura en general. La protagonista es una empresaria con dificultades económicas que aplica los conocimientos adquiridos en un taller de escritura en la redacción de una novela con la que pretende conseguir éxito y fama inmediatos. Paradojalmente, aun escribiendo un texto infecto, se insinúa la posibilidad de que el jurado de un importante premio literario la escoja como ganadora sin ni siquiera haber leído del texto. En la conversación final entre la protagonista y una escritora de verdad -un diálogo a la altura de la mejor Nothomb- Company plantea el dilema del autor con talento pero ignorado por el gran público, tentado frente a la posibilidad de rebajar su arte para conseguir el éxito; una cuestión que reencontramos en la turbia e inquietante La mitad sombría (2006), donde se recogen e intensifican los grandes temas planteados en obras anteriores: la soledad, el amor frustrado, la locura, la violencia doméstica y, también, el drama del artista para quien su don es, a la vez, una maldición.

Tras la catarsis que supone La mitad sombría, Company se aleja de la expresión torturada de los demonios interiores para revelar lo inquietante que se esconde bajo la apariencia inofensiva de la cotidianidad. En el libro de relatos Con la soga al cuello (2009), punto de inflexión en su narrativa, coloca a los personajes en situaciones límite que cualquier lector podría tener que afrontar: la tensa espera de unos resultados médicos, el cuidado de un familiar dependiente, la pérdida del trabajo... La protagonista de uno de estos relatos, "El río de la vida", nos da la clave para comprender este cambio de perspectiva: «antes, hace tiempo, en vez de contemplar, yo escribía. Una palabra tras la otra, todas las que podía, recordando la vida o sustituyéndola. Haciéndolas pasar por ella. Ahora, en cambio, miro hasta que todo desaparece frente a mí y solo veo el hecho de mirar, que es justamente la manera de estar en el mundo, es la revelación del instante que se basta a sí mismo».

Esta nueva mirada se hace evidente en las dos últimas novelas, donde Company reflexiona sobre la condición humana y, en concreto, sobre la culpa y la redención. En L'illa de l'última veritat (2010) traslada a la época contemporánea las clásicas novelas de piratas y náufragos en una isla desierta, y explora la posibilidad de construir la propia identidad como si se tratara de un texto literario. Que ningú no et salvi la vida (2012) es el dilema de un hombre a quien otro le exige, en retorno por haberle salvado la vida, la realización de un acto abominable. Distintas en superficie, en el fondo estas dos novelas son hermanas gemelas. Los dos protagonistas son conscientes de que pronto morirán, hacen examen de conciencia y confiesan haber realizado una acción reprobable que debe ser, de alguna forma, reparada tras su muerte. La depositaria de su secreto es, en ambos casos, una mujer con la que mantienen un vínculo especial, amoroso en el primer caso, de sangre en el segundo. Ambos hacen a esta mujer una petición incómoda: visitar a alguien, librarle un mensaje, pedir perdón en su nombre. A las puertas de la muerte, tanto el uno como el otro buscan lo único que aún puede salvarles: la comprensión y la empatía de otro ser humano.

El aullido solitario que lloraba la perfección imposible, la madre perdida o el amante que huye, se ha convertido en abrazo solidario, empatía íntima y serena, revelada en la simplicidad de lo cotidiano. Imposible descubrir qué rumbo seguirá su próxima novela, su próximo relato, el verso que ya se está gestando: Company observa el mundo desde una mirada siempre en tránsito.

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