Quién soy y por qué escribo

Carles Duarte

Lo poco que sé tiene mucho que ver con lo que he leído y con lo que he escrito. Mediterráneo cómo soy, entiendo la vida sobre todo como el placer de existir y como la voluntad de saber. El Mediterráneo es el aceite y el vino, y es donde se funden los horizontes más azules, pero también es Egipto e Israel, y es Homero y Virgilio. Sí, somos Ulises, como lo eran los fenicios que navegaban hasta el Atlántico, porque nos negamos a dejar de descubrir. Desde esta mirada me siento parte del mundo.

La poesía es una manera conmovida de mirar el mundo y de expresarlo. Y también es una forma de conocimiento, la construcción de un espejo hecho de palabras con que nos interrogamos sobre el aliento que mueve el mundo, sobre el latido último del universo, y con el que intentamos comprender e interpretar lo que hemos vivido, el presente, el impulso de persistir.

Se hace difícil precisar en qué momento empecé a interesarme por la poesía, pero lo hice con un gran entusiasmo desde la concesión en año 1971 del premio Nobel de Literatura a Pablo Neruda y la publicación de su libro Aún, donde encontré una pasión exuberante por vivir, un lenguaje convincente, una poesía dichosa, telúrica, cósmica. En casa hablábamos en catalán, a pesar de que mi padre, Àngel, tiene sus raíces en Carcelén, un pueblo de la comarca de la Manchuela, en Albacete.

Los primeros poetas en catalán que aprecié fueron Salvador Espriu y Ausiàs March, y, ciertamente, el hecho de que Raimon los cantara ayudó mucho. Pero también me interesaron Vicent Andrés i Estellés y Miquel Martí i Pol, sobre los cuales, de joven, publiqué artículos en revistas de barrio.

 

Barcelona, 1959. Poeta, lingüista y político.


Empecé a escribir poesía en castellano en septiembre de 1973 a raíz del golpe de estado de Chile y la muerte del presidente Allende y de Pablo Neruda. Continué escribiendo en castellano durante un par de años pero, cuando gané un premio literario de barrio, se planteó la posibilidad de editar mi primer libro y entonces vi claro que tenía que cambiar de lengua literaria, a pesar de las dificultades por mis carencias en el dominio del catalán escrito, para tratar de construir una obra literaria en mi lengua materna. El tiempo me ha confirmado que era la única decisión coherente posible y me ha permitido persistir en el incesante aprendizaje que requiere la escritura poética, buscando siempre nuevas maneras de nombrar la luz y la herida, incluso atreviéndome a crear nuevas palabras, como atardorar, en versos como "Les fulles s'atardoren" en Primavera d'hivern [Primavera en invierno].

Ya en la universidad con un grupo de amigos pusimos en marcha en 1979 la revista literaria Maig. Publicamos siete números, con bastantes colaboraciones, y aparecieron mis primeros poemas en catalán, algunos de los cuales acabarían integrándose en Vida endins [Vida adentro], el libro con el que inicié propiamente mi obra poética, que se publicó en 1984 en la Editorial Moll por decisión de Josep Maria Llompart, quien, con sus cartas y su estímulo, fue determinante en el arranque de mi trayectoria literaria.

Después de un paréntesis, publiqué en 1989 en la Editorial Columna Paisatges efímers [Paisajes efímeros], gracias al apoyo que me ofreció el excelente escritor y entonces también editor Àlex Susanna, con quien continué publicando de una manera regular hasta que se marchó de Columna.

Empecé entonces una colaboración con Carles-Jordi Guardiola, que se concretó en la publicación en la editorial La Magrana de los libros El somni [El sueño], El silenci [El silencio], la segunda edición del Tríptic hebreu [Tríptico hebreo] y mi traducción, Retrats de mars, del libro de Hélène Dorion Portraits de mers. Después he publicado con editoriales como Empúries-Edicions62 (El centre del temps [El centro del tiempo]), Pagès (Vesteix la mirada [Viste la mirada]) o 3i4 (Els immortals [Los inmortales]; la recopilación de mi obra poética, S'acosta el mar [Se acerca el mar], y el libro de narraciones Ulls encendrats [Ojos de ceniza]).

Mi poesía busca el aliento de una música desnuda, tiende al ritmo claro de lo esencial, a la depuración expresiva. Se hacen presentes de una manera constante el paisaje y las referencias culturales del Mediterráneo. Y tiene como temas centrales la ternura (la piel, el deseo, el conocimiento por medio del tacto...), el sueño (como motor de la existencia, como lectura subjetiva y personal de lo que sucede, como territorio donde la creatividad se mueve con más libertad...) y el olvido (como extinción del recuerdo, como eterno horizonte que devora todo lo que existe...). Se ha ido estructurando siguiendo tres caminos diferentes: a) la poesía del yo, intimista y personal, que arranca de la propia experiencia (La pluja del temps [La lluvia del tiempo], El somni, El dolor de la tarda [El dolor de la tarde], etc.); b) la poesía que toma como punto de partida una obra, una cultura, un personaje de las antiguas civilizaciones de el Mediterráneo (Tríptic hebreu, sobre el mundo bíblico y el de los esenios que vivían en las cuevas de Qumrán; Ha-Cohen, sobre el historiador de origen judío Flavio Josefo, un personaje fascinante y sorprendente, que encuentro del todo contemporáneo; Khepri, sobre la antigua sabiduría de los egipcios; El silenci, con interpretaciones de fragmentos de las Enèadas de Plotino; Arvad, que evoca el universo de los fenicios; etc.), y c) la poesía surgida de la confluencia con el trabajo de un artista plástico (Primavera d'hivern, D'una terra blava [De una tierra azul], Miratges [Espejismos], Vesteix la mirada, Ens mou la llum [Nos mueve la luz], etc.).

He ensayado este triple camino porque así se enriquece mi obra y esquiva el exceso del yo que a menudo amenaza la construcción de una obra poética personal. Y por el mismo motivo he practicado a menudo la traducción de otros poetas, porque así ensancho mi mirada literaria y porque, al traducir un poeta que admiro y estimo, éste se convierte todavía más en parte de mí mismo.

Y acabo reiterando un compromiso que considero esencial: una parte sustancial de la renovación y del impulso de mi poesía tiene que ver con los proyectos que he realizado con artistas que crean sirviéndose de lenguajes que se complementan con el mío: Guido Dettoni, Manuel Cusachs, Antonio Hervás Amezcua, Francesc Guitart,... Creo que el siglo XXI quedará marcado precisamente por un relanzamiento creativo, fruto del diálogo entre escritores, escultores, pintores, músicos y fotógrafos. Y yo me propongo desde lo que soy, desde lo que escribo, profundizar en él.

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